LA EVALUACIÓN
TRADICIONAL Y LAS EXIGENCIAS DE LA NUEVA PRAXIS EVALUATIVA EN EL MARCO DE LA
EDUCACIÓN PERMANENTE.
La educación permanente
Vs. Educación tradicional
El modelo educativo con el cual se educó a las generaciones
anteriores, fue el conductismo un modelo que se basaba en el
recompensa--castigo, la elaboración de exámenes que permitían obtener la
evaluación, el maestro es quién tiene el dominio del conocimiento y los
transmite a través de clase tipo CONFERENCIA; donde el profesor explayaba su
conocimiento en el aula
En la actualidad, a pesar del impulso que ha recibido la
educación por competencias y la búsqueda de interacción de varias propuestas pedagógicas
que se encuentren en convivencia para mejorar los resultados educativos; esta
forma de aprendizaje continúa impartiéndose en muchos de los salones de México,
millones de niños son educados de esta forma. Entre la descalificación al
Aprendizaje por competencias, esta:
“Cuestionan también que la evaluación de su adquisición o aprendizaje se
tenga que llevar a cabo, preferentemente, mediante evidencias conductuales.”[1] (en pocas
palabras, este tipo de evidencias las consideran poco evidentes, ya que el
conductismo era un conocimiento que se reflejaba por el empirismo ‘observo--aprendo’).
Entre las formas de oponerse a los cambios que han encontrado
los docentes están: Evitando las evaluaciones; asistiendo a cursos de
actualización, pero no aplicando lo que se aprende en dichos cursos en el aula
(también la calidad de los cursos a veces queda en entredicho); el poco
compromiso hacia la educación permanente; resistiéndose a los cambios (teniendo
miedo a cambiar la forma de hacer las cosas); no dejarse avaluar en los
exámenes anuales que la SEP está proponiendo (Evaluación Universal).
Retos del docente ante
la nueva praxis educativa
Realizar proyectos transversales, a pesar de los problemas
que acarreará: Falta de compromiso de los miembros, desdén, alumnos que por las
“prisas” o por “desinterés” no traen el material para realizar las actividades,
pugnas entre los miembros del equipo (inclusive peleas y que ya no quieren
formar parte de él), que los ojos de los compañeros docentes (por tener que
validar lo que se está realizando, ya que también implica su materia),
críticas, y otras cosas que puedan surgir. Impulsando el desarrollo de las
actividades y realizarlas traerá un aprendizaje significativo, ser autocrítico
y medir como se va alcanzando el aprendizaje.
Utilizar las TIC´s para proporcionar el aprendizaje. Difundir
entre los alumnos su utilización como forma de difundir el aprendizaje. conozcan
o aquellas a las que pueda acercarse para llevar de manera lúdica el
conocimiento al aula.
El profesor es un facilitador del aprendizaje. Debe propiciar
en sus alumnos métodos para que ellos se apropien de él. Propiciando actividades
que:
“‘El estudiante aprende más, se
cualifica más, crece más, en la medida en la cual participa en la construcción
de su conocimiento. Y la evaluación es una forma de construir el conocimiento’
Por lo tanto, un examen debería poner en juego esta actividad constructiva de
quien lo resuelve”. [2]
El docente
debe tener claro que es evaluación, por qué realiza dicha acción, las
metas que quiere alcanzar. Entendiendo este concepto como:
“[…] proceso sistemático y
participativo mediante el cual se obtiene información acerca de los elementos y
componentes del proceso educativo. Comparados con estándares, criterios o
normas que permiten emitir juicios de valor para la toma de decisiones
tendientes a mejorar la calidad de la educación”[3]
En el método conductista mucho del peso de la evaluación lo tenía un
examen. La nueva praxis incluye el uso de rúbricas que se entiende como:
“Son guías o escalas de evaluación donde se establecen niveles
progresivos de dominio o pericia relativos al desempeño que el estudiante
muestra respecto al conocimiento, el proceso o un producto determinado y
tomando en consideración las actitudes y valores empelados. […] Son escalas
ordinales que destacan la evaluación del desempeño centrada en aspectos cualitativos
y además es posible el establecimiento de puntuaciones numéricas”[4].
Del mismo modo, no solo hay que exigirle al profesor. Se
deben brindar las herramientas que le permitan ser un agente de cambio y de la
educación permanente. Dar cursos, brindarle la infraestructura y el apoyo
necesario. Si queremos buenos profesores, hay que tomar una serie de contextos
para lograr metas, no lo que se hace cada año de criticar el sistema educativo
por los malos resultados; pero haciendo poco por la mejoras en la educación;
dejando desprotegido tanto a los profesores y los alumnos.
Se tiene esa opción o otra más dolorosa, esperar que los
docentes que ya están en el aula cumplan su ciclo para poder renovar nuestro
sistema educativo. (Qué la SEP ya calculó en 50 años para que se dé una
renovación [5]). Y ya cuando llegué
ese momento ya habrá nuevas teorías y la oposición siempre existirá.
AUTOEVALUACIÓN
Así como exijo a mis alumnos, observé que también debo entregar en tiempo y forma mis actividades. Analizando a profundidad los temas y lecturas que deben realizarse. Hacer trabajos originales y con una buena ortografía. (Tener a la mano un diccionario antes de cometer errores, calendarizar las actividades).
Contestar lo que nuestro tutor nos pide, que se basa en lo solicitado por el curso; tratar de hacer aportaciones constructivas a mis compañeros y con pertinencia.
Revisar si había observaciones a la tarea y hacer las correcciones necesarias en caso que se requiriera. (Por ser docentes, pensamos que no cometemos "errores")
Conocer los medios donde se discuten las actividades, aportar en ellos y checar por lo menos una vez al día que ha cambiado, si hay indicaciones o que cosas nuevas se van solicitando.
Así como exigimos, debemos cumplir y ser conscientes que la educación permanente es corregir nuestros errores y seguir aprendiendo todos los días.
CITAS:
[2] Ferreyra Martínez, María Fabiana; et al.
"Evaluación de la educación. Hacia reactivos constructivos para
evaluaciones a gran escala de alto impacto", Congreso Iberoamericano de
Educación, Buenos Aires, Argentina, 2010. (Ponencia) http://www.exhcoba.mx/pdf/RLE2254_Ferreyra.pdf
[cons: 19/jul/2012]
[3] Balmaceda
Becerra, Jose Luis (Coord.); Curso de Formación Docente, Bachillerato
General Estatal – Dirección General Académica, Puebla, 2012
REFERENCIAS [cons: 19/jul/2012]