El estudiante es lo más importante, el motor que mueve todo lo referente a la educación. Nosotros como docentes debemos también interesarnos en ellos de una mejor forma: Estar al pendiente de su intereses, que se vive en su entorno, que las vivencias y experiencias de vida son muy útiles para su desarrollo humano y proyecto de vida.
Indudablemente estamos viviendo una época donde el mundo parece cerrarse y la incertidumbre es mayúscula para los jóvenes. Se les debe orientar, guiar, escuchar; enseñarles que deben ser conscientes y responsables al mismo tiempo ante lo que viene. Con información y metas se logran mejores personas.